La muerte de un perro es para muchos, la pérdida de un pilar importante en la familia o en su vida. Prácticamente todas las personas pueden empatizar con la pérdida de un familiar pero cuando este es un perro el nivel de empatía que experimentan los más allegados se ve afectado por muchos otros factores (su visión de los perros, sus experiencias con ellos, la ausencia de experiencias…).
Te traigo 5 claves que pueden ayudar a esas personas a acompañar y apoyar a la personas que ha perdido a su perro:
- No evitar el tema de conversación (pero tampoco forzarlo).
- No le restes importancia.
- Comparte algún recuerdo positivo o divertido que vivieras con el perro.
- Si lo sientes así, hazle un gesto de homenaje.
- Cada luto es un mundo.
1. No evitar el tema de conversación (pero tampoco forzarlo)
A veces nos sentimos incómodos hablando de cosas que no podemos cambiar o solucionar. Sin embargo, esa persona puede sentir la necesidad de compartir su dolor o recordar a su perro. Dale espacio para que pueda hacerlo, a veces no se trata de decir cosas acertadas sino de escuchar y dar espacio.
Si esa persona no quiere compartir su dolor tampoco tiene por qué hacerlo. Quizá lo haga de otras formas o con otras personas y eso es lo que necesita.
2. No le restes importancia
Bueno, pero tienes otro perro”, “puedes adoptar otro”, “no es como cuando se muere…”, “hay cosas peores”…
Quizá no puedas empatizar en ese momento con el dolor que siente esa persona, pero ese dolor es real. Minimizar el derecho de las personas a poder expresar cómo se sienten en momentos duros puede erosionar la confianza de vuestra relación.
Además esa persona puede sentirse sola en un momento que es muy sensible para ella si siente que nadie la puede o quiere entender. Imagina cómo debe ser el dolor de perder a alguien de tu familia muy amado y que es un pilar fundamental para ti sumado al dolor de sentirte solo y poco apoyado por tu entorno en ese momento.
3. Comparte algún recuerdo positivo que vivieras con él
Una vez en la que se ensució mucho, una fotografía de él, la primera vez que le viste, el mejor momento que pasases con su perro…
Compartir recuerdos positivos de alguien que ya no está es una forma muy bonita de echarle de menos pero conservar lo mejor de él. Trayendo a nuestra memoria momentos junto a él que nos hicieron felices puede reducir el dolor por su pérdida.
Además la persona sentirá que reconoces cualidades que hay en su perro y disminuirá su sentimiento de soledad.
4. Si lo sientes así, hazle un gesto de homenaje
Puedes hacerle un vídeo, regalarle una fotografía especial, una ilustración. Es importante que este gesto sea sincero, puede que le conocieras o puede que no, pero sentir su pérdida puede ser el motor de un gesto como este.
Poner su nombre en algún lugar al que soliera acudir en casa o en el paseo, escribir unas palabras o simplemente quedar con esa persona para tomar algo juntos en recuerdo de su perro.
Lo importante es hacer sentir a tu amigo que su perro era importante. Que reconoces el dolor, pero también es una forma de ayudar a avanzar en el proceso de duelo.
Árbol memorial de perros y otros animales de familia en un parque de Alicante
5. Cada luto es un mundo
Hay tantos lutos como pérdidas. Cada persona experimenta el luto de su perro de un modo diferente, dale tiempo para poder continuar y transitar por ese dolor.
No juzgues su proceso si en un mes ha decidido incorporar a otro perro a la familia, puede que ese sea el tiempo que necesitaba para sanar la herida. No tiene por qué estar haciéndolo por sustituir a nadie. Por otro lado, desaconsejo el regalo de otro perro. Los perros no son regalos, son un miembro más de la familia y es la familia la que debería decidir cómo, cuándo y dónde incorpora a otro perro a su vida.
Si quieres ampliar tu lectura respecto a la importancia de la selección del perro con el que convivimos, te invito a consultar este artículo.
¿Añadirías algo a estos consejos? ¡Un saludo!