En Navidades y festividades el uso de la pirotecnia es tradicional en algunos países como en España. Quizá tu perro no quiera salir a la calle, tiemble, jadee, se oculte en la bañera, bajo una mesa o en algún rincón de la casa. Si crees que tu perro tiene miedo a los petardos y necesitas información actualizada sobre cómo actuar te invito a seguir leyendo.
¿Por qué les afecta?
El oído de muchos animales es considerablemente más sensible que el humano. Por ello la pirotecnia no sólo les resulta inquietante (para ellos no tiene explicación) sino también dañina. Los fuegos artificiales pueden emitir sonidos de hasta 190 decibelios (por encima del rango de 75 a 80 db comienza el daño para el oído humano). Por tanto, los petardos generan un ruido más alto que el de los disparos (140 db), y que el de algunos aviones de reacción (100 db).
Esta sensibilidad mayor que la nuestra explica el por qué muchos perros pierden parte o al totalidad de su capacidad auditiva. También que desarrollen fobias a los petardos, ya que probablemente estos estímulos les puedan causar dolor o desde luego miedo e inseguridad por desconocimiento.
Las estadísticas del miedo a petardos
Un estudio realizado en el año 2019 por la Facultad de Medicina Veterinaria y Biociencia de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida concluyó que, en torno a un 23% de los perros sufren algún tipo de estrés ante estos ruidos fuertes. De acuerdo a los datos obtenido, las hembras son un 30% más propensas a tener miedo al ser expuestas a los petardos.
Los perros esterilizados resultaron ser 72% más susceptibles de reaccionar con miedo y ansiedad ante los estruendos que los perros no esterilizados. También hayaron que cada año de vida del perro se incrementa en un 3,4% la probabilidad de que pueda sufrir pánico a los petardos.
Se estima que la quinta parte de desapariciones de animales mantenidos como compañía se deben a sonidos muy fuertes, principalmente fuegos artificiales y tormentas.
Cómo ayudar a mi perro con miedo a petardos
El mejor consejo que podemos poner en práctica para nuestros perros con fobia a petardo es evitar las ciudades en los días en los que es más probable que haya celebraciones con pirotecnia. Las Navidades, la Noche de San Juan, los días de partido de fútbol, las fiestas patronales… ojalá pudiéramos evitar todos estos eventos.
Sin embargo esto no siempre es viable. Pero sí hay algunas cosas que podemos poner en práctica para evitar que nuestro perro corra peligro y para ayudarle a gestionar esas situaciones. Sin duda a mí me han ayudado en la práctica profesional con mis alumnos y en mi familia con mis perras.
1. Preservar la seguridad ante los petardos
- Paséale siempre de la correa y a ser posible con un arnés antiescape (con tres tiras: una que rodea su cuello, otra su pecho y otra la zona de las últimas costillas).
- Comprueba el buen estado del material de paseo. Una correa roída no tiene la misma resistencia que cuando la compraste nueva. Tampoco un mosquetón que en ocasiones se abre es el más indicado. Recuerda que muchos perros, incluso atados, huyen y ocurren accidentes.
- Comprueba que las identificaciones de tu perro son legibles y visibles a simple vista. Siempre debe llevar un número de contacto en su identificación, a parte del microchip (este puede fallar, no localizarse o que la persona que pueda recogerle no tenga lector de microchip ni sepa cómo proceder).
- Cierra las ventanas de las habitaciones a las que tu perro tenga acceso. Incluso cuando no es previsible que pueda oírse pirotecnia, en las ciudades en cualquier momento puede escucharse. Una ventana abierta ventilando puede ser un gran riesgo en lo que parecía una mañana tranquila.
2. Prepararnos para los petardos
- Aísla al máximo la vivienda del ruido cerrando ventanas y bajando persianas ANTES DE QUE LOS PETARDOS COMIENCEN. Esto es fundamental. Si esperamos a las 23.30 de la noche el día de Nochevieja para bajar persianas, probablemente esto ya ponga en alerta a mi perro o quizá se nos pueda olvidar hasta que escuchamos el primer petardo.
- Pon una lista de reproducción que ayude a camuflar los sonidos de los petardos: escoge una lista de reproducción de sonidos tribales o de percusión ya que estos camuflarán el sonido. Regula el volumen de tal modo que este sonido no active a tu perro ni perturbe su descanso pero sí para que sirva para amortigüar un poco el sonido. Piensa que no es lo mismo oír un petardo cuando estás en silencio o con el ruido de la TV en comparación con escucharlo con tambores de fondo (resalta mucho menos y llama menos la atención).
- Prepara un lugar de la casa para que tu perro tenga un refugio. Prepara el lugar que tu perro suela escoger para refugiarse. Él sabe dónde se encuentra más aislado del ruido y por eso lo escoge. Dispón de su cama, agua y otros elementos que puedan ayudarle a relajarse en ese momento: aromaterapia ligera, texturas suaves, algún objeto de descarga… A algunos perros les ayuda tener una especie de “cueva” en su lugar habitual para guarecerse. A continuación te dejo un vídeo sobre cómo preparé yo la Nochevieja de 2020 cuando estábamos confinadas:
- Si tu perro lo pasa muy mal puedes hablar con tu veterinario para que te recete algún calmante natural o farmacológico. Es importante que no le des a tu perro ACEPROMACINA o CALMIVET. Este fármaco anula la respuesta motora del perro pero no la plena conciencia. Imagina ser consciente de tu peor miedo y no poder mover ni un músculo por evitarlo.
- Y desde luego, planifica bien esas fechas para que tu perro no se encuentre solo en casa frente a esos ruidos que le aterrorizan y no comprende.
3. Cuando ya están aquí los petardos
- Acompaña y apoya a tu perro. Acompañar y apoyar a un perro con miedos es algo que se aprende a hacer, con el paso del tiempo. Guardar el equilibrio entre estar “ahí” para alguien que te necesita, agobiar a alguien que está pasando por dificultades o “estar ausente” es algo que aprendemos. Probablemente muchas veces hayas escuchado que acariciar a un perro con miedo refuerza su miedo, para eso tengo otro artículo completo en el que, te adelanto, desmonto ese falso mito. Tan solo te aconsejo que estés disponible para lo que tu perro necesite y que él sepa que lo estás. No le dejes solo por muy estresante que pueda ser acompañarle en este momento.
- Tus emociones también le afectan: evitar pegar gritos, ponernos nerviosos o excitados en su presencia, puede ser clave. Los perros se contagian mucho de nuestras emociones y ser un referente de calma cuando nuestro perro está enfrentándose a uno de sus peores miedos es fundamental.
- Procura que nadie le moleste: en este momento un perro con miedo a petardos no puede responder a peticiones, probablemente no quiera que le toquen (menos personas con las que no tenga confianza) por lo que respetemos su espacio.