Interesante cuestión, ya que habitualmente atribuimos esta emoción tan “humana” a un animal tan distinto de nosotros: el perro.
¿No estaré humanizándole?
Los perros son animales sociales y por tanto tienen necesidades relacionales, al igual que nosotros. Establecen vínculos de distintos tipos con diferentes individuos. Quizá tu perro tenga un mejor amigo canino o hayas notado que tiene preferencia por pasar más tiempo con una persona de la familia. Esto es porque ese vínculo tiene un valor mayor para él en esa situación (o de forma general).
Por qué la naturaleza dio origen a “los celos”
Los celos son unas emociones que, al igual que todas las demás, tienen un sentido evolutivo, no aparecen por casualidad. Nos resultan útiles en nuestra supervivencia en alguno de los aspectos:
- Nos sirven para que nuestros aliados más sólidos NO formen vínculos o alianzas tan fuertes como los nuestros con ellos.
- Evitan competiciones sociales de forma constante, ya que dan un orden a las relaciones.
- Nos permiten seguir beneficiándonos de todo aquello que ese aliado nos aporta.
Es decir, que es natural que aparezcan en ciertas edades, como la niñez. Del mismo modo, tu perro puede experimentar una sensación parecida a la que experimenta un niño con la llegada de un nuevo hermano.
Por lo que, sí, la respuesta es que tu perro sí puede estar sintiendo competiciones afectivas. Popularmente lo llamamos celos, pero tienen algunas diferencias, ya que los celos afectan a los perros fuera de las situaciones sociales. Es probable que tu perro compita con otros individuos por tu atención o la de otra persona, porque le resulte una alianza valiosa. Nada tiene que ver con los celos románticos.