Imagina salir a pasear cada día con unos zapatos que no son de tu talla, que hacen ruidos incómodos o que te rozan. Los perros no pueden elegir el arnés con el que salen a la calle, es nuestro deber escoger el arnés que más se adapta a ellos.
Escoger el arnés con el que nuestro perro paseará 3 veces en base a TRES CRITERIOS (en orden de prioridad):
- Seguridad canina y humana
- Comodidad canina
- Comodidad humana
1. Seguridad canina y humana
El arnés de paseo no debe causar daño físico al perro (quemaduras, rozaduras, asfixia, entorpecer su movimiento,…) pero tampoco a la persona que pasea con él (no debe causar quemaduras, roces o permitir que el perro llegue a tirarle al suelo si le supera en fuerza física).
Si el perro pudiera librarse del arnés y salir corriendo cruzando una carretera o tirarme al suelo de un empujón ¿no incumpliría uno de los principales motivos por los que lleva ese perro puesto un arnés, su propia seguridad y la de los demás? Por otro lado, ¿de qué me sirve pasear con mi perro con un arnés muy cómodo y seguro para él si varias veces me ha tirado al suelo pudiendo causarme graves lesiones? ¿qué paseos tendríamos si me tienen que escayolar un brazo o una pierna a causa de una de las caídas?
Por estas razones, la seguridad del perro y de las personas que le pasean o que se encuentran a su alrededor en la calle son el principal criterio por el que nos vamos a guiar a la hora de escoger un buen arnés para pasear. En el caso de perros con miedos, recién adoptados, con pecho profundo y cuello ancho o que se escapan del arnés una buena opción puede ser un arnés antiescape de tres tiras.
2. Comodidad canina
Imagina que cada mañana cuando te vistes para ir a trabajar o a estudiar, alguien ha escogido por ti ya la ropa y zapatos que llevarás puestos ese día. Pero además serán la misma ropa y zapatos que seguramente lleves en los próximos 3 meses. Te pones los zapatos y descubres que uno te queda pequeño y el otro hace un ruido un poco incómodo en el talón. No puedes modificarlos, debes ponértelos tal cual cada día. El pequeño acaba rozándote y el dolor más el sonido constante acaban afectando al estado de ánimo con el que afrontas cada nuevo día al salir de casa.
Los perros no escogen sus arneses, sin embargo salen con ellos cada día varias veces. Ya suficiente extraño es para un perro tener que ponerse nada en el cuerpo antes de salir a la calle, como para que encima esto le resulte incómodo. Algunos perros tienen dificultades para ponerse el material de paseo. Te pregunto: ¿crees que algo de lo que le pudiste poner alguna vez le pudo resultar incómodo?
Para evaluar la comodidad de un arnés debemos valorar:
- No hace ruidos con el movimiento.
- Puede ponerse con la menor manipulación posible. Mejor si es el perro quien suela decidir ponérselo y no que nadie se lo ponga por la fuerza o mediante el engaño. Puedes leer más cerca de la manipulación en este artículo: “a mi perro no le gusta que le toquen”.
- Talla correcta: ajustado al cuerpo sin apretarlo (no cuelga).
- Tiene un peso mínimo. 400gr de correa + arnés, para un chihuahua es el 13% de su peso. Sería como cargar con casi 10kg para una persona de 75kg. CADA DÍA 3 VECES AL DÍA.
- Es flexible. Los materiales de paseo rígidos pueden ser más incómodos para nuestros perros.
- Facilita su movimiento natural. El arnés antitirones (arnés easy walk o halti) o los que cruzan los hombros (arnés julius k9) no cumplen con esta premisa y además de resultar incómodos pueden producir dolores musculares o lesiones articulares.
3. Comodidad humana
Debemos valorar también aspectos relacionados con nuestra comodidad en último lugar, aunque a menudo son el resultado de los anteriores criterios. Te pongo ejemplos:
- Asa para poder sostener mejor al perro. Normalmente queremos sostenerlos en situaciones donde ellos tiran y podrían ponerse en peligro, arrastrarnos o poner en peligro a terceros. Por tanto el asa respondería al criterio 1 en esta ocasión-
- Reflectantes para poder verle mejor. De nuevo, alude a la seguridad de nuestro perro. Puede que no sea 100% necesario pero yo me encuentre más cómoda sabiendo que pasea con un arnés reflectante. Entonces sí obedece al criterio 3.
- Preferencias de colores: al perro no suele influirle este tipo de cuestiones pero si a la persona le hace sentir más cómoda elegir ciertos colores ¡adelante!
- Arneses fáciles de poner. Suelen responder también al criterio 2. El perro también busca y agradece esa sencillez en la manipulación.
- Arneses que se enganchen en la espalda por ejemplo para personas que no pueden agacharse.
¿Te gustaría escoger la mejor correa, el mejor collar, el mejor arnés o el mejor bozal para tu perro? Sigue leyendo aquí: