Muchos perros no toleran el contacto con personas desconocidas o con sus familiares, variando incluso por momentos. Sin embargo son más los perros que pensamos que disfrutan con el contacto y tan solo lo toleran sin disfrutarlo. El contacto físico debería consentido y no tolerado en todas las ocasiones. Por supuesto existen situaciones en las que se debe tocar a un perro lo consienta o no este. Por ejemplo, en una consulta veterinaria. Hablaremos de estas situaciones y otras en este artículo.

  1. Descartar el dolor
  2. Por qué no le gusta que le toquen
  3. Manipularle en el veterinario, peluquería, para asearle…
  4. Recomendaciones

1. Descartar el dolor

Una causa frecuente de la baja tolerancia al contacto físico es la existencia de dolor o molestias físicas en nuestro perro. El dolor es un aspecto de difícil evaluación pero aquí te dejo algunos signos de dolor habituales en los perros:

  1. Jadeo exagerado o frecuente
  2. Respiración acelerada
  3. Aislamiento y agresividad
  4. Lamidos excesivos
  5. Pérdida de apetito
  6. Llanto, lloriqueo o gemidos
  7. Reacción al tacto
  8. Temblores o convulsiones
  9. Alteración del sueño
  10. Cambios generales en su comportamiento
  11. Cambios en sus movimientos
  12. Rigidez
  13. Contracción de la piel al tacto.
  14. Problemas digestivos.

Un buen modo de descartar problemas articulares es realizar un examen físico y grabar a nuestro perro en marcha para observar detenidamente la amplitud de sus movimientos, la simetría, el ritmo, la coordinación… Te dejo un vídeo de ejemplo de examen físico para perros.

Exploración buscando dolor articular

2. ¿Por qué no le gusta que le toquen?

Una vez descartados posibles procesos de dolor por el veterinario, asumimos que la causa de sus respuestas de rechazo al contacto son debido a una mala asociación del contacto físico en ciertas zonas, de un cierto modo (por ejemplo, cogiendo en brazos) o a una alta sensibilidad al contacto físico general.

El objetivo siempre será buscar el disfrute de mi perro cuando le toco, no solo la tolerancia. Para que el contacto físico que se ha asociado negativamente a varios momentos de la vida de nuestro perro cambie, debemos asociarlo a EVENTOS POSITIVOS, es decir, hacer que en ciertos momentos nuestro perro pueda disfrutar de ese contacto.

perro tocar muerde
Zonas más sensibles del cuerpo del perro
  1. Zonas corporales más sensibles de los perros. Resultará fundamental conocer qué zonas tienen mayor sensibilidad táctil debido a una mayor concentración de receptores hápticos (los responsables de detectar los estímulos táctiles que recibimos). Cuanto más nos alejamos del tronco del perro, mayor sensibilidad táctil presentan esas zonas. Es por ello que las zonas más sensibles son las orejas, la trufa, los ojos, la cola o las patas.
  2. El tipo de manipulación. El modo en el que tocamos a nuestros perros, quién lo hace, dónde (no sólo la zona del cuerpo sino el contexto en el que lo hace), el momento, la intensidad… Todo esto puede condicionar que mi perro tolere o no el contacto físico que se hace. Vamos a distinguir los siguientes tipos de manipulación:
    • Solicitada por el perro o no: tocar a nuestros perros sin que ellos lo soliciten no tiene por qué gustarles. Por mucho que le guste a un perro el contacto físico, si no lo ha pedido quizá tan solo tolere que le toquemos en ese momento (y no lo disfrute). Para asociar positivamente el contacto lo mejor es aprovechar los momentos en los que nuestro perro solicita contacto físico.
    • El momento: cuando un perro está descansando, lo que quiere es poder descansar. No es agradable que alguien se acerque a ti con el pretexto de acariciarte mientras duermes, por mucho que la intención de la persona sea expresar afecto. Escoger los momentos en los que acariciamos o tocamos a nuestros perros es importante para que ellos disfruten el contacto.
    • El contexto: una sala llena de gente, la salida de paseo por su zona favorita, tocarle mientras come… quizá no son los momentos ni el contexto adecuado para tocar a nuestros perros si el objetivo es que ellos también disfruten de ese contacto físico.
    • La intensidad del manipulado: muy al contrario de lo que podemos pensar, acariciar más enérgicamente no tiene por qué resultar más desagradable. Cada perro tiene lugares donde les gusta más que les toquen y con una energía u otra. Mini, una de mis perras, suele rechazar el contacto físico en el lomo bajo porque tiene dolor, pero que le rasquen enérgicamente las orejas es su contacto favorito.
    • Quién le manipula: no es lo mismo recibir una caricia de alguien querido o en quien confías que de alguien completamente desconocido. Si a tu perro no le gusta que le toquen, la gente desconocida no debería tocarle por respeto. ¿Dejarías que tu perro le lamiera las manos a alguien que le desagrada que un perro le haga eso? Supongo que no, entonces con menor motivo deberíamos dejar que personas a quienes nuestros perros no conocen les toquen sin su permiso.
  3. Alta sensibilidad táctil. Perros de razas de tipo presa, de tipo caza, perros de aguas… pueden presentar una mayor sensibilidad táctil (les molesta el agua de la lluvia, las hojas que se les pegan al pelo, diferentes texturas, llevar ropa o materiales de paseo puestos…). Además de la raza existen factores a nivel individual que también pueden hacer que un perro tenga en general mayor sensibilidad táctil y perciba más que otros perros el contacto físico. Estos perros nos obligarán a ser mucho más acertados en los contactos que les proponemos.

3. Manipularle en el veterinario, peluquería, aseo…

Existen situaciones en las que a nuestro perro no le va a resultar agradable en este momento que le manipulen, son situaciones que reúnen varios factores que hacen que su estrés suba normalmente (consulta veterinaria, personas desconocidas, no está presente el referente, cepillos, agua, olores…).

Estas situaciones requieren de un trabajo más específico. Lo recomendable es ponerse en manos de un profesional lo antes posible para que el problema no se agrave. Mi recomendación es que se eviten a no ser que sea 100% necesario y además acompañar siempre a nuestro perro en estos momentos.

¿Has leído el artículo “A mi perro no le gusta bañarse”?

4. Recomendaciones

  • No tocar a nuestro perro si este contacto no es de su agrado.
  • Del mismo modo, no permitir que terceros toquen a nuestro perro.
  • Manipular lo mínimo a nuestro perro.
  • Aumentar nuestro conocimiento sobre lenguaje canino.
  • Contactar con un profesional.

¿Has leído el post “mi perro es agresivo”? Contiene información sobre lenguaje canino.

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