Una mudanza está entre los 43 eventos más estresantes que pueden sucederse a lo largo de nuestra vida, imagina cómo puede experimentarla un perro, que no se explica el por qué de ese cambio, sin duda será una gran fuente de estrés si no se gestiona de la manera adecuada.
- Si puedes, deja que conozca su nuevo hogar en varias ocasiones antes de mudarte definitivamente. Prepara a tu perro con anticipación
- Visita el nuevo hogar: Si es posible, lleva a tu perro a visitar la nueva casa antes de la mudanza. Esto le permitirá familiarizarse con el nuevo entorno y reducir la ansiedad que pueda sentir al llegar.
- Mantén la rutina: Intenta mantener la rutina diaria de tu perro lo más normal posible. Esto incluye horarios de alimentación, paseos y tiempo de juego. La consistencia ayudará a tu perro a sentirse más seguro durante el proceso de mudanza.
- Procura no llevarlo en momentos en los que estés “de mudanza”, es decir, no te lleves a tu perro en pleno viaje de transporte de cajas o muebles porque tú no estarás relajado y por tanto, seguramente él o ella tampoco.
- Dale importancia al descanso: Intenta pasar ratos de calma o juego en vuestra nueva casa, dale de comer y de beber allí. Elige una habitación en la que tu perro pueda estar tranquilo y cómodo. Coloca su cama, juguetes y agua en este espacio. Asegúrate de que esté alejado del bullicio de la mudanza.
- Suplementación natural: en ocasiones puedes preparar a tu perro con suplementación natural para ayudarle a lidiar con el estrés extra, especialmente si se trata de un perro sensible.
- Seguridad en el nuevo entorno: Ábrele la puerta de todas las habitaciones, que pueda inspeccionar todos los espacios y no se haga ideas extrañas de lo que hay al otro lado de una puerta que siempre está cerrada.
- Planifica el día de la mudanza: El día de la mudanza puede ser caótico, así que es importante tener un plan:
- Pide ayuda: Si es posible, pide a amigos o familiares que te ayuden con la mudanza. Esto te permitirá tener más tiempo para atender a tu perro y asegurarte de que esté cómodo.
- Considera una guardería para perros: Si tu perro es muy ansioso o si la mudanza es especialmente complicada, considera dejarlo en una guardería para perros o en casa de un amigo durante el día de la mudanza. Esto puede ayudar a reducir su estrés y permitirte concentrarte en la mudanza.
- Adaptación en los primeros días: Una vez que llegues a tu nuevo hogar, es importante ayudar a tu perro a adaptarse:
- Explorar juntos: Los lugares cercanos a la casa, las zonas comunes con los vecinos, los parques cercanos…procura mostrarle esos lugares en momentos donde no haya muchos estímulos presentes.
- Establece un espacio para él: Crea un área específica para tu perro en la nueva casa, con su cama, juguetes y comida. Esto le dará un lugar familiar donde pueda relajarse.
- Mantén la rutina: Continúa con la rutina diaria de tu perro lo más posible. Esto le proporcionará una sensación de estabilidad y seguridad en su nuevo hogar.
- Paciencia: Recuerda que cada perro es diferente y puede tardar un tiempo en adaptarse a su nuevo hogar. Sé paciente y observa su comportamiento. Si notas que tu perro muestra signos de ansiedad o estrés, considera consultar a un veterinario o a un especialista en comportamiento canino para obtener orientación.
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