convivencia gato y perro

Cómo presentar a mi gato y mi perro

Existen muchas situaciones en relación a la presentaciónd e un gato y un perro ya que…

  • No es lo mismo según quién estaba en casa primero.
  • La sensibilidad de ambos influye y modifica mucho los consejos que puedas leer aquí o en cualquier lugar.
  • Las posibilidades que ofrecen el entorno condicionan mucho la adaptación.

Lo primero es controlar los niveles de estrés en todos

No me refiero únicamente al gato y al perro sino a nosotros. Nuestro estrés en estas situaciones es perfectamente perceptible para ambos y les puede condicionar su estado emocional.

  • Procura que durante la adaptación de ambos, ni el gato ni el perro tenga que lidiar con muchas más cosas en su vida. La adaptación es un proceso que genera estrés, procuraremos que le resto de sus vidas añadan el menor estrés posible.
  • Hay veces en las que priorizar las rutinas y espacios que tenía el animal con el que convivíamos previamente es lo más recomendable.
  • Los tiempos y frecuencia en los que pueda haber contacto entre ellos (directo e indirecto) se deben individualizar.
  • DEBE GUIARNOS EL RITMO DEL INDIVIDUO MÁS SENSIBLE. No podemos dejarnos guiar por el más adaptable o con más herramientas de gestión ya que para que este proceso salga bien ambos deben sentirse cómodos.

Cosas que no te recomiendo

  • No metas al gato en un transportín y le fuerces a interactuar.
  • No permitas que tu perro acose al gato.
  • No obligues a nadie a salir de su sitio seguro para obligarle a estar con el otro.

Introducción de olores

Antes de que ambos compartan espacios, una estrategia efectiva es intercambiar pertenencias para que ambos recojan olores respectivos antes de verse. También puedes intercambiar espacios sin que se vean (que el perro entre a la habitación donde estuvo el gato y el gato pueda estar en el espacio del perro).

Es importante recordar que cada perro tiene su propio ritmo y nivel de comodidad al enfrentarse a nuevas situaciones. Por lo tanto, es fundamental respetar el espacio y la autonomía de tu mascota durante este proceso de familiarización. Evita acercar de forma forzada cualquier olor y en su lugar, permíteles explorar los objetos y espacios a su propio ritmo y a la distancia que prefieran. Esta aproximación respetuosa y sin presiones puede ayudar a que ambos se sientan seguros y cómodos al descubrir el olor del nuevo miembro de la familia, fomentando una asociación positiva y tranquila.

Haz encuentros graduales

Cuando llegue el momento de presentar a tu perro y a tu gato, hazlo de manera gradual y controlada.

Escoger el momento: es preferible que sea en un momento en el que tanto el perro como el gato estén lo más calmados posibles.

Emplear barreras: a veces ayuda emplear barreras infantiles para que ambos establezcan contacto visual pero perciban una barrera que les dé seguridad y a su vez que establezca un límite.

¿Qué dejo a mi perro hacer durante la presentación? Tendría mucho sentido que quisiera oler al gato para reconocerle o perseguirle. No debes priorizar el ritmo de la curiosidad del perro sobre el de la seguridad del gato.

Supervisión constante

La supervisión constante es esencial para garantizar la seguridad tanto de tu perro como del gato durante sus interacciones. Nunca dejes a tu perro sin supervisión cerca del gato, ya que incluso las mascotas más tranquilas pueden reaccionar de manera inesperada en situaciones nuevas. Es importante estar atento a las señales de estrés o incomodidad de tu perro y gato actuar en consecuencia para prevenir cualquier incidente.

Es conveniente evitar situaciones en las que el gato pueda correr delante del perro al inicio ya que con frecuencia esto desata la motivación predatoria en el perro.

A veces es necesario para poder retirar la barrera con seguridad emplear la correa con el perro al inicio.

También establecer vías de escape en las alturas para el gato para que sienta la posibilidad de retirarse si lo desea.

No fuerces interacciones y paciencia

La introducción del gato a tu perro es un proceso que requiere tiempo y paciencia. Es fundamental ser consistente en tu enfoque y brindar a tu mascota el tiempo necesario para adaptarse a la nueva dinámica familiar. La transición puede ser un desafío para tu perro, por lo que es importante mostrar comprensión y apoyo durante este período de ajuste.

Evita forzar las interacciones entre tu perro y el gato, ya que esto puede generar estrés y ansiedad en ambos. Del mismo modo, tener una permisividad excesiva con lo que el gato puede hacer con el perro, como acercarse demasiado, tocarlo de manera brusca o invadir sus espacios y objetos, puede provocar irritabilidad e incluso agresiones por parte del perro o del gato. Es crucial establecer límites claros y supervisar las interacciones para garantizar la seguridad y el bienestar de ambos.

Si surgen problemas de comportamiento durante la introducción del gato a tu perro, no dudes en buscar la ayuda de un profesional en comportamiento animal. Un especialista en conducta canina podrá proporcionarte orientación experta y estrategias efectivas para abordar cualquier problema que pueda surgir. Recuerda que la seguridad y el bienestar de tu perroy tu gato son lo más importante, y buscar ayuda profesional puede ser clave para garantizar una convivencia armoniosa en el hogar.

Recuerda que la paciencia, la preparación y el amor son clave para garantizar una convivencia armoniosa y segura para todos los miembros de la familia. ¡Disfruta de este emocionante nuevo capítulo en la vida de tu familia!

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