Cómo presentar el bebé a mi perro

La llegada de un bebé a la familia es un momento emocionante, pero también puede plantear desafíos, especialmente cuando se trata de introducir al nuevo miembro a tu perro. Es fundamental preparar a tu perro para esta transición y momento de cambio en el que también es su hogar y su familia. En este artículo, exploraremos consejos prácticos y estrategias efectivas para presentar al bebé a tu perro de manera segura y exitosa.

Preparación antes de la llegada del bebé

Antes de que el bebé llegue a casa, es importante comenzar a preparar a tu perro para los cambios que se avecinan. Yo te recomiendo ponerle y poneros las cosas más fáciles:

– Reduce el estrés diario con paseos sencillos, por zonas cómodas, a horarios con menos estimulación, prioriza su mayor libertad, ve a zonas más naturales…

– Mejora el apego con tu perro: no se trata de desvincularte de tu perro, sino de fomentar el apego seguro con él. Construir un apego seguro consiste básicamente en estar cuando él nos necesita. No tiene nada que ver con la sobreprotección, que consiste en brindar más ayuda de la que en realidad el perro necesita, sino en brindar ayuda cuando la necesite.

– Presenta todos los elementos que serán nuevos para él: la cuna, el carrito (podéis ensayar paseos juntos), los movimientos que harás para calmar al bebé, el sonido de su llanto, la nueva habitación del bebé…

– Habitúale a los cambios en su vida: si antes podía estar en ciertas estancias o subirse a la cama y al sofá y tienes previsto que esto deje de ser así, esto puede ser una pérdida importante para él que es mejor que experimente antes de la llegada del bebé. También puedes habituarle a estar en esos lugares de forma limitada (“su” parte del sofá o de la cama únicamente).

Introducción de olores

Antes de que el bebé llegue a casa, una estrategia efectiva es traer una manta o prenda con el olor del recién nacido para que tu perro se familiarice con él. Permitir que tu mascota huela y explore el objeto puede ayudar a asociar el nuevo olor con algo positivo y facilitar la transición cuando el bebé finalmente llegue al hogar.

Es importante recordar que cada perro tiene su propio ritmo y nivel de comodidad al enfrentarse a nuevas situaciones. Por lo tanto, es fundamental respetar el espacio y la autonomía de tu mascota durante este proceso de familiarización. Evita acercar de forma forzada cualquier olor al perro y en su lugar, permítele explorar el objeto a su propio ritmo y a la distancia que prefiera. Esta aproximación respetuosa y sin presiones puede ayudar a que tu perro se sienta seguro y cómodo al descubrir el olor del nuevo miembro de la familia, fomentando una asociación positiva y tranquila con la llegada del bebé.

Planifica el primer encuentro

Cuando llegue el momento de presentar al bebé a tu perro, hazlo de manera gradual y controlada.

– Escoger el momento: es preferible que sea en un momento en el que tanto el perro como el bebé estén lo más calmados posibles, incluso mejor si el bebé está dormido. ¿Es buena idea que el bebé llegue del hospital y conozca directamente a mi perro? Mi recomendación es que lo adaptes a tu perro y a tus posibilidades. Algunas familias prefieren dividirse para poder dejar a su perro en casa y atenderle mientras la mamá está en el hospital con el bebé, otras prefieren dejar al perrete al cuidado de familia o amigos con los que se siente cómodo. Sin duda, esto condiciona la presentación. Si el perrete está en casa te recomiendo planear la presentación fuera de ella cuando lleguéis del hospital (ver a continuación). Si por el contrario se encuentra fuera de casa con familiares o amigos podremos planear un encuentro evitando que vea llegar a su casa al nuevo integrante (esto puede resultar más chocante para muchos perros).

– Escoger el lugar: ¿dentro o fuera de casa? Dependerá de circunstancias externas a nosotros como por ejemplo las características de las inmediaciones al hogar, la meteorología… Si tu perro en el exterior puede estar relativamente calmado te recomiendo dar un paseo previo a entrar en casa con el bebé. De este modo podrá recoger información de él sin sentirse tan invadido en el que era su espacio. Si por el contrario no podemos hacer esta presentación fuera de casa será muy útil dividirnos para que alguien pueda atender al bebé y otra persona acompañar al perro en la presentación, incluso poniéndole la correa.

– ¿Qué dejo a mi perro hacer durante la presentación? Tendría mucho sentido que quisiera oler al bebé para reconocerle, incluso lamerle. Quizá pueda lamer sus pies evitando la carita y las manos.

– Cuanta mayor tranquilidad e intimidad, mejor. Los perros pueden ser muy sensibles a nuestros estados de ánimo y si a la llegada del bebé le sumamos gritos de emoción o la presencia de otros familiares quizá se convierta en un momento bastante estresante.

Supervisión constante

La supervisión constante es esencial para garantizar la seguridad tanto de tu perro como del bebé durante sus interacciones. Nunca dejes a tu perro sin supervisión cerca del bebé, ya que incluso las mascotas más tranquilas pueden reaccionar de manera inesperada en situaciones nuevas. Es importante estar atento a las señales de estrés o incomodidad de tu perro y actuar en consecuencia para prevenir cualquier incidente.

Además, es crucial mantener un entorno seguro y tranquilo para ambas partes. Asegúrate de que el bebé esté protegido de cualquier objeto o juguete que pueda representar un peligro si es manipulado por el perro. Guarda los objetos delicados o pequeños fuera del alcance de tu mascota y establece límites claros en cuanto a lo que es accesible para él en presencia del bebé. Esta medida no solo protege al bebé, sino que también evita situaciones estresantes para tu perro y fomenta una convivencia armoniosa en el hogar.

Refuerzo positivo y atención

Es comprensible que con la llegada del bebé la atención hacia tu perro pueda reducirse, pero es importante mantener sus rutinas y actividades habituales. Intenta mantener sus paseos diarios, su tiempo de mimos y juego contigo, y cualquier otra actividad que solían disfrutar juntos.

Mantener estas rutinas familiares no solo ayuda a tu perro a sentirse seguro y amado, sino que también fortalece el vínculo entre él y los miembros de la familia, incluido el nuevo bebé. La consistencia y el cariño son clave para garantizar que tu perro se adapte de manera positiva a los cambios en la dinámica familiar y siga siendo parte integral de la vida cotidiana en el hogar.

No fuerces interacciones y paciencia

La introducción del bebé a tu perro es un proceso que requiere tiempo y paciencia. Es fundamental ser consistente en tu enfoque y brindar a tu mascota el tiempo necesario para adaptarse a la nueva dinámica familiar. La transición puede ser un desafío para tu perro, por lo que es importante mostrar comprensión y apoyo durante este período de ajuste.

Evita forzar las interacciones entre tu perro y el bebé, ya que esto puede generar estrés y ansiedad en tu mascota. Del mismo modo, tener una permisividad excesiva con lo que el bebé puede hacer con el perro, como acercarse demasiado, tocarlo de manera brusca o invadir sus espacios y objetos, puede provocar irritabilidad e incluso agresiones por parte del perro. Es crucial establecer límites claros y supervisar las interacciones para garantizar la seguridad y el bienestar de ambos.

Si surgen problemas de comportamiento durante la introducción del bebé a tu perro, no dudes en buscar la ayuda de un profesional en comportamiento animal. Un especialista en conducta canina podrá proporcionarte orientación experta y estrategias efectivas para abordar cualquier problema que pueda surgir. Recuerda que la seguridad y el bienestar de tu mascota y tu bebé son lo más importante, y buscar ayuda profesional puede ser clave para garantizar una convivencia armoniosa en el hogar.

Recuerda que la paciencia, la preparación y el amor son clave para garantizar una convivencia armoniosa y segura para todos los miembros de la familia. ¡Disfruta de este emocionante nuevo capítulo en la vida de tu familia!